sábado, 29 de abril de 2017

EN LA EDAD DE LA INOCENCIA


En El Diario de Chihuahua se publico esta nota"INOCENCIA INTERRUMPIDA" en la cual se narran los padecimientos de 3 pequeñitos que son pacientes oncologicos y se encontraran internados este dia del niño.

Ellos son Abril, Alexia y Saul.
Otras 3 historias.

Chihuahua.- Abril, Alexia, Saúl y Zenaida no son familiares ni se conocen entre sí, vienen de puntos tan distantes como distintos, sin embargo, la inocencia de todos ha sido interrumpida por la enfermedad que los aqueja y que los obligará a pasar este día del niño en el hospital.

Abril tiene 2 años de edad y lucha contra un linfoma linfoblástico desde febrero pasado, cuando le hicieron el diagnóstico y les dijeron a sus padres que el pronóstico era malo. Tres meses después, según su madre Ana Hernández, Abril ha mejorado y quiere seguir pintando y jugando con muñecas lo que hace que las esperanzas y la fe de su familia se mantengan firmes.

“Ha sido muy difícil porque el pronóstico era muy malo pero gracias a dios va mejorando. Tenemos más esperanzas de salir adelante”.

Abril y su familia viven en Meoqui donde su padre trabaja como jornalero y donde su hermano de 8 años espera verla de nuevo.

Este día del niño Abril lo pasará en el hospital porque necesita continuar con su tratamiento, sin embargo, su madre espera que durante la primera quincena de mayo pueda ir a casa.

“Ahorita está un poquito renegona pero bien. Tiene algunas aftas en la boca y es posible que se quede esta semana y luego pueda ir a casa. Ojalá que así sea porque su hermano la extraña mucho. En este tiempo solo la ha visto una vez”.

Este 30 de abril, Ana dice que el mejor regalo que le podría dar a su hija sería la salud, pero al no estar en sus manos revertir la situación de la pequeña, le dará todo su amor y cuidados.

“Los niños chiquitos con todo son felices. Si yo pudiera le daría mi salud porque uno hace todo por sus hijos. A las mamás les diría que disfruten cada momento de salud de sus hijos, que los llenen de amor y los cuiden porque las enfermedades llegan sin avisar pero, aunque sea muy malo el pronóstico todo se puede. Dios tiene la última palabra y hay que tener fe”.





Alexia, de 7 años de edad, fue diagnosticada con leucemia linfoblástica en diciembre pasado y desde el inicio los médicos informaron a sus padres que requeriría tres años de tratamiento por lo que saben que el proceso será largo.

“Me dijeron que necesitaría un trasplante y que serían por lo menos tres años; ahorita ha estado muy bien pero de repente sí necesita transfusiones de sangre o de plaquetas”, dice Cecilia Terrazas, su madre.

Cecilia narra que Alexia acudía a la escuela y hacía todo lo que una niña de su edad hace, sin embargo, la enfermedad la alejó prácticamente de todas las actividades cotidianas incluyendo el salón de clases y sus amigos.

“Estaba yendo a primero de primaria pero le dijeron que no podía ir a la escuela –por prevención- tuvo que dejarla. Hablamos en la escuela y nos dieron un cuaderno donde ella hace los trabajos y la maestra los califica para que no pierda el año escolar”.

Dentro de su inocencia, Alexia se cuestiona por qué tuvo que ser ella quién enfrente esta enfermedad.

“A veces se pone triste y me pregunta por qué a ella le tuvo que pasar pero, como todo, sabemos que se puede superar y logramos que su estado de ánimo mejore”.

El hospital, dice Cecilia, se ha convertido prácticamente en su segunda casa y aunque aún no saben si Alexia pasará allí el día del niño, le preparan una sorpresa.

“Le tengo un regalo especial, me pidió una muñeca y si sale este fin de semana le daremos una sorpresa”.



Saúl Eduardo por su parte, es originario de Jiménez y apenas tiene 7 meses de edad. Su diagnóstico de Leucemia es más reciente y este domingo recibirá su primera quimioterapia.

“Hace tres semanas que le diagnosticaron la leucemia y este fin de semana tendrá su primera quimioterapia, luego veremos qué sigue”, dice Alejandra Pasillas, su madre quien debió abandonar el trabajo que tenía en una maquiladora para poder atenderlo de tiempo completo durante la enfermedad.

“Ha sido muy pesado. Me sentí muy mal porque uno no se espera esa noticia, al principio me sentía muy decaída y más porque es un bebé”, agrega y explica que el apoyo económico lo está recibiendo de sus padres quienes se han dado a la tarea de realizar algunas actividades para reunir fondos y ayudarlos.

“Ahorita estoy sola aquí pero mi mamá vendrá el lunes. Mi hijo mayor se quedó con sus abuelos en Jiménez. Este día del niño quisiera que Saúl estuviera sano y todos pudiéramos estar juntos. A las mamás les digo que cuiden mucho a sus hijos,  que dios se los bendiga y que hay que sacarlos adelante cuando lo necesitan. Yo ahora he asimilado las cosas y sé que tengo que ser fuerte. Lo veo a él que está luchando y saliendo adelante, no me queda más que seguir de su mano y pelear por su vida”.

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