miércoles, 25 de enero de 2012

CANCERIGENO DE USO COMUN


Hoy leí este articulo en el diario digital LA CRONICA DE CHIHUAHUA, de Don Froilan Meza, recuerdo haber visto infinidad de construcciones con laminas o techos a base precisamente de asbesto, tinacos también, en su mayoría en el medio rural, lo sorprendente es que como narra el Dr. Carlos Garcia Gutierrez, se sigue fabricando incluso dentro de nuestro estado solo que con diferentes nombres y pasando por diferentes normas oficiales (NOM).

A continuación el reportaje completo:

Es cancerígeno, pero siguen usando asbesto en la vida diaria



La denuncia es del Doctor en Geología Carlos García Gutiérrez. **Se sigue fabricando aquí en Chihuahua en tubería y láminas, aunque con nombres como fibro-cemento.

Por La Crónica de Chihuahua

20 de enero de 2012

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- A pesar de que son considerados como altamente cancerígenos y de que su uso está prohibido por completo en Estados Unidos y Europa, los compuestos de asbesto siguen utilizándose en México, al amparo de normas sanitarias “relajadas y permisibles”.

Así lo denunció el geólogo Carlos García Gutiérrez, quien se declaró partidario de emprender una campaña a nivel nacional para erradicar el asbesto de la industria.

Después de que en los Estados Unidos se emitió una prohibición de todos los tipos de asbesto al comprobarse la relación directa de la exposición al material y el desarrollo de cáncer, en México los industriales optaron por apegarse al uso de una de las variantes presuntamente menos peligrosas del mineral, el crisotilo.

Todo cambió a principios de los ochenta, cuando hasta el nombre de “asbesto-cemento” fue sustituido en la industria local por el de “fibro-cemento”, para referirse a la mezcla de sílice, cemento y fibras de asbesto, que son los componentes de los tubos y láminas “de asbesto”.

Es lo mismo, pues, pero con otro nombre.

El problema, dijo García Gutiérrez, es que en México existe una norma oficial (sanitaria) que establece los requisitos sanitarios para el proceso y uso de asbesto, así como otra (laboral) que regula las condiciones sanitarias de los trabajadores que manejan este mineral. “Pero por ningún lado -denunció- existen estudios propios que clarifiquen los riesgos reales de este factor cancerígeno a que están expuestos quienes trabajan entre las fibras del mineral”.

Y mucho menos se conocen los riesgos de quienes viven en ambientes expuestos a emisiones y desprendimientos microscópicos de las fibras de asbesto que son causa directa de por lo menos dos tipos de cáncer, agregó.

Pero ¿dónde se encuentra el asbesto en la vida diaria?

Infinidad de instalaciones como talleres, escuelas, bodegas, fábricas, criaderos de pollos, etcétera, tienen instalados techos de fibra de asbesto, o “asbesto-cemento”. Innumerables casas habitación están techadas con láminas corrugadas o láminas estructurales de “fibro-cemento”.

Hay tejas para techo, tinacos, tubos para drenaje, tubos para agua, ductos, coples, etcétera, con los que la población está en diario contacto.

¿SE REGULA EN MÉXICO EL USO DEL ASBESTO?

La norma oficial mexicana NOM-125-SSA1-1994, que establece los requisitos sanitarios para el manejo de asbesto, se reconoce que, siendo el asbesto una fibra mineral que puede provocar daños a la salud de la población expuesta, es también capaz de contaminar el medio ambiente y provocar asbestosis en los trabajadores, que es una “neumocomosis” caracterizada por fibrosis pulmonar, y que se presenta con engrosamiento y cicatrización del tejido pulmonar. “Generalmente, los problemas asociados con la asbestosis se presentan años después de la exposición -continúa el texto de la norma-, la que regularmente es crónica y de carácter ocupacional. Es evidente que la duración de la exposición, la densidad, dosis y concentración de las fibras de asbesto están relacionadas con los daños a la salud”.

En la NOM-125-SSA1-1994 se reconoce que “el asbesto se incluye además dentro de los carcerinógenos químicos comprobados ocasionando carcinoma broncogénico y mesotelioma plural, por lo cual, la presencia de estas patologías se constituye en un índice de la exposición a fibras de asbesto”.

Sin embargo, en la crítica que hace Carlos García Gutiérrez de la normatividad, está la “ligereza” con que ésta trata y “controla” al asbesto.

“Es una normatividad muy general -dijo- que no aterriza en disposiciones específicas ni estrictas, a pesar de que su objetivo explícito es prevenir los efectos dañinos para la salud de la población ocupacionalmente expuesta producida por la inhalación de fibras de asbesto”.

¿DE QUÉ ES CULPABLE EL ASBESTO?

El mesotelioma es una de las enfermedades más mortales conocidas: la expectativa de vida es de apenas 6 meses a partir del diagnóstico. Esta enfermedad ataca a cerca de 3 mil personas cada año en los Estados Unidos. El mesotelioma es casi 100 por ciento prevenible, y su única causa evidente es la exposición al asbesto asesino.

Las enfermedades causadas por el asbesto se originan en la inhalación de las partículas producto de la degradación de este mineral que se come el tejido de los pulmones y que degenera en cáncer.

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