sábado, 15 de diciembre de 2012

FESTEJO NAVIDEÑO A NIÑOS CON CANCER

En estas fechas casi no se publica nada en relación a los niños enfermos, el día de hoy en El Diario de Chihuahua, se habla del festejo realizado para los niños enfermos de un solo hospital de la ciudad, en el cual se encontraban mas de 55 niños según se desprende de la nota.

Adjunto el reportaje completo:


Heriberto y Kevin, dos pequeños valientes que luchan vs el cáncer
Manuel Escogido | 15 de Diciembre del 2012 | 07:21 hrs
 
Chihuahua, Chih.- Nueve de sus 12 años, Heriberto Ruiz los ha pasado bajo quimioterapias y radioterapias debido al Linfoma de Hotchkins que lo afecta en cuello, pecho y tórax.
El menor de pocas palabras, afirma que es difícil vivir con la enfermedad, pero sigue con las ganas de vivir tan fuertes como siempre.
El linfoma, provoca que a Heriberto le broten pequeñas bolitas en el cuello que no duelen ni arden, pero que sí le restan la estabilidad conseguida en años.
Desde pequeño, Heriberto fue diagnosticado y controlado a base de los tratamientos oncológicos, permaneció tres años en vigilancia sin rastros de su cáncer pero éste volvió y con él, las visitas al médico y a los hospitales.
Hoy se recupera y le falta terminar sus quimioterapias y radioterapias, volver a la vigilancia y poder declararse curado.
Kevin Manuel Sifuentes, a sus 13 años ha sido sometido a una cirugía que le reemplazó el hueso que está entre la rodilla y el pie izquierdo debido al osteosarcoma que le fue diagnosticado desde hace año y medio.
“Sí me ha afectado un poco, me quitaron un pedazo de mi hueso y me pusieron otro pedazo y no tengo la misma movilidad como antes, no tengo permitido el futbol, tampoco puedo correr, ni brincar ni cargar cosas pesadas”, dice el pequeño mientras espera la repartición de la comida en el convivio que se les realizó a los niños con padecimientos oncológicos.
Kevin deseaba un proyector o una impresora para sus estudios, pero no fue posible dado los altos costos, pero dice que con un patín del diablo tiene para su felicidad y diversión.
“Que le echen ganas, es una enfermedad dura pero siendo positivos no pasa nada”, son las últimas palabras de Kevin antes de ir a jugar con sus amigos y quebrar la piñata por la posada organizada al lado de sus 60 compañeros de padecimiento.
Vidas completamente desconocidas que coincidieron en el Hospital Central dado el cáncer que los afecta. Conviven al lado de sus padres así como con 55 niños más que tienen cáncer.
“Otros hospitalizados que por el clima no pueden bajar… es difícil no sólo para el pacientito, sino para los papás y los hermanos también”, afirma el director de Oncología, René González Mendoza, quien agradece a las trabajadoras sociales y enfermeras por la organización de la posada que se ha hecho ya una tradición.



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